Helohim Jair Abraham Valdés Sánchez
Votar para mí es irrelevante;
todos los días hago política real, todos los días hago el bien por los más
indefensos, ya sea un canino, un felino, un ave, un anciano, un niño, el
árbol, un gay, un heterosexual, por los
chicos de las poblaciones callejeras, un Teenek, un Triqui, un Otomí, un Huichol,
un Nahua, un Tarahumara o un extranjero perdido en la oscura realidad de
nuestra nación.
Desde la pedagogía asumo mi
compromiso como maestro, como guía, instructor, diseñador, capacitador para ir
más allá de los conocimientos técnicos que perfeccionan y logran la labor de
los ciudadanos, voy más allá enseñando a pensar, enseñando a reflexionar,
criticar, exigir, investigar, diseñar y proponer soluciones humanas integrales
y funcionales para todos los seres vivos.
Desde el Activismo exijo, hago
publicas mis demandas, firmo, marcho, propongo, escribo a los pseudopolíticos y
mal llamados representantes del pueblo, ya que han demostrado ser
representantes de las empresas y la oligarquía, llamo a las televisoras, a la
radio, escribo a los periódicos, difundo mi propio material explotando la
fortaleza de las nuevas tecnologías.
Desde las acciones sociales
propongo donativos de libros, donativos de ropa y víveres, alfabetizo,
capacito, no desperdicio el agua, separo los residuos sólidos, elimino la
basura electoral, no consumo energía innecesariamente, protejo a los animales,
evito consumir productos de origen animal, no consumo productos que se
manufacturan con base en la explotación laboral.
Y este artículo no es un catálogo
o una expresión donde me ufane de ser especial o “bueno” si me preguntan por mi
persona, digo groserías, me enojo, soy imperfecto, carezco de muchos
conocimientos, soy vulnerable y como ser
humano fallo y mi programación cerebral no carece de errores, tampoco es un
artículo donde se exalte a que todos sean iguales.
Sin embargo es necesario expresar
porque para mí es irrelevante votar ya que seguramente todos asumen que votare
por un partido de izquierda, o simplemente me preguntaran y no evadiré con la
sentencia caduca que evita el dialogo y el debate; “el voto es secreto”. No
todo lo contrario, en estas elecciones no hay quien represente mis intereses y
mucho menos ningún candidato se acercó a mí.
60.6 millones, es el número de pobres
en México según datos de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que alertó sobre el
hecho de que prácticamente la mitad de los niños y adolescentes del país viven
en situación de pobreza. ¿Cómo centrar nuestra preocupación en quién votar,
cuando debemos actuar para poder comer y sobrevivir?
¿Cómo centrar nuestra acción y
poder vital en el reduccionismo del voto cuando los informes de Amnistía Internacional dan cuenta de la
lucha de los familiares para obtener verdad, justicia y reparación ante la
pasividad del Estado, que ha permitido que prospere un clima de impunidad y
sigue exponiendo a las personas a que sean víctimas de desaparición.
Campeche, Chiapas, Guerrero y
Oaxaca son los estados con mayor número de desempleo según datos del Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI), en cuanto a corrupción el mismo Instituto señalo que en
2013 San Luis Potosí, el Distrito Federal y el Estado de México fueron las
entidades más corruptas del país.
No tenemos educación de calidad a
pesar de las llamadas reformas educativas, que no fueron más que reformas
laborales en el sector educativo. La ciudadanía; específicamente los
profesionistas en los ámbitos educativos nos hemos involucrado por medio de la
educación no formal en cubrir lo que la “educación de calidad” del Estado a
pesar de sus “reformas y evaluaciones” no hace.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios
(COFEPRIS) ha entregado sin pruebas propias de laboratorio, de 1995 a la fecha,
135 autorizaciones a trasnacionales para que sus organismos genéticamente
modificados sean consumidos por la población mexicana “sin riesgos” para la
salud.
Es decir, nos alimentamos de maíz,
jitomate, papa, algodón, soya, arroz, canola, remolacha azucarera y alfalfa,
desarrollados por Monsanto, Pioneer Hi-Bred, Syngenta, Bayer, Dow AgroSciences,
Zeneca, Calgene, DNA Plant y AgrEvo Mexicana, que no sabemos si nos pueden
enfermar porque las autoridades no realizan pruebas a largo plazo de
laboratorio.
En nuestro país se promueve el consumo
de maíz transgénico para los humanos y el consumo de maíz natural para
biocombustible, el fracking o explotación de gas de lutitas amenaza no solo a
poblaciones humanas, sino grandes extensiones
de territorio y las especies que ahí viven, votar es una acción mínima
comparada con las acciones que debemos llevar a cabo para frenar esto.
Nos faltan más de 43, nos faltan espacios de expresión,
continua la censura mediática por parte de la oligarquía y las empresas, la tasa
de desempleo es muy alta y los salarios muy bajos, el ecocidio, nadie lo frena,
la violencia y la muerte es una probabilidad cada vez más cerrada, por tanto,
votare por mí para jefe delegacional, romperé una boleta y votaré por diputado
federal.
¿Dónde quedan mis acciones
ciudadanas y políticas? ¿Por qué soy irresponsable en solo usar un voto y
anular el resto? –Bueno esta es mi jugada para el pequeñísimo acto político del
voto, por lo demás no hace falta repetir todo los que hago, todos los días,
todo el tiempo, cuando se mande obedeciendo y cuando la política no se haga en
la Bolsa de Valores, todo cambiará…
P.D. La poesía, por cierto,
también es un acto rebelde, humano y hasta político.
No hay comentarios:
Publicar un comentario