jueves, 5 de julio de 2012

El fuego en la cueva.


EL FUEGO EN LA CUEVA.

Jair Valdés.


Por una parte el deseo de iniciar acciones o continuar con ellas es un elemento principal y elemental que es tan fuerte como el fuego mismo en la cueva.

El fuego  está arropado, arde con fuerza dentro de la cueva, dentro de las aulas, los auditorios, los salones.
Pero ahora hay que llevar ese fuego fuera de la cueva, tomar con cuidado la llama y exponerla al ambiente, el ambiente que es y representa nuestra sociedad y sus tempestades.

Probarnos a nosotros mismos cuidando esa llama que arde para iluminar la consciencia de quienes no entienden el porqué de nuestro movimiento.

Se han sumado diversos sectores de la sociedad al movimiento, ciudadanos obreros, amas de casa, oficinistas, campesinos, comerciantes, gente en fin que quiere sumarse al movimiento, pero que ha optado por no tomarnos en serio, por falta de organización.

Pero no es que falte organización en el movimiento, hay mucha organización y se le destina mucho tiempo, yo he visto a compañeros invertir muchas horas, más bien el problema es que la agenda es muy amplia y nuestro reloj, nuestro tiempo no es el mismo tiempo con el que camina el sistema, el sistema camina y avanza en otros tiempos y nos aventajan y tienen control sobre una parte del pueblo;  ¡La otra gran parte ya esta caminando!

Tomando esto en cuenta hemos logrado muchas cosas, gracias al ímpetu y entusiasmo, así como nuestra organización, el reto es continuar con esta agenda tan amplia y compleja, sumando cada día más victorias que derrotas.

Este fuego que arde puede sobrevivir al ambiente, al exterior y puede crecer tanto como el fuego que esta protegido en la cueva.

Siempre y cuando tomemos las cosas en serio y con responsabilidad.

Yo mientras tanto extiendo el fuego de mi corazón hacia el prójimo en el exterior.
  
  

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